martes, 15 de marzo de 2011

Cabrona.



"Hijita: te quiero muchisimo, sos la mejor y la mas cabrona. Sos mi vida. Papa "(31/03/2006)


En ese tiempo mi viejo ya estaba total y completamente convencido de que su hija tenia un caracter un tanto complicado, por no decir de mierda.

Ariana, orgullosa, enojona, aveces desequilibrada. Sangre tana en las venas, ansiosa y con una verborragia de palabras a la primera de cambios. Vomito lo que pienso sin pensar, cuando algo hablando mal y pronto "me da por las pelotas", tendría que hablar primero, antes de decirlo al resto, pero mi parte "bélica" es impulsiva, nunca estratégica.
Agradezco que mi impulso, no retome enfrente de los demás, ese diccionario de puteadas, que en la adolescencia supe estudiar. Con modos agresivos, pero con una manera respetuosa de hablar, me dirijo a la persona que ha de desentonar, en mi rutina diaria de amor y paz, que siempre respiro con tranquilidad. No pretendo tener el control de todo, pero hacerme respetar, y esa bronca que sale de los poros, es lo que me lleva derechito al campo de batalla sin voltear. Soldado de mi ego, de mi persona y mi andar este carácter a veces no lo puedo dominar, choca con los muros y vuelve a rebotar. Y me enojo mas, cuando el oponente no es digno de batallar, cuando no me discute su verdad, no quiero una batalla ganada, me gusta pelear. Pelear mi opinion, mi fundamento, hacer conocer mi forma de pensar. Trato de no imponer, pero me vuelva sorda, por mas percepción compuesta y cuando la bomba termina de estallar. Respirar, Pensar, buscar y relajar.
Cabrona, hablando de mas, aunque mi paz sea mía, por las palabras el impulso me invita a enojarme y explotar.

domingo, 6 de marzo de 2011



Malambo a lo bruto y lo conciso. Hoy no quiero bailar mas con el recuerdo de tu voz, que estalla en mi cabeza. Mal-mambo, que me enrosque de ayer y que viva de hoy. Es totalmente cierto, y lo aseguro, que mis vueltas no paran de andar, clausurando un sincericidio por explotar que me pide un "Bonita" gastado de días y humo, y se respira un orgullo perdido, una ansiedad rebuscada, contando con una mano los no y sosteniendo con la otra los si, invadiendo la locura, como frenesí callejero liberado en noches de carnaval. Puede que te extrañe poco y que te piense mas, que mi cintura pida algunos de tus abrazos, y escuchar un mal carácter al cual desafiar con una mirada, porque me encantaba pelear con tu malhumor para ganar el derecho de un lindo momento. Con mis colores acercarme un poco mas a vos, por mas libertad que quieras.
Tengo un importante problema para entender las consignas, e intentar sin éxito mis caprichos. Mientras pasan las horas, busco por casualidad el placer de verte otra vez, abrazarte y dejar de bailar este malambo dispuesto a terminar.