lunes, 21 de mayo de 2012

Sobre rompecabezas.. y palabras

Si necesito una nariz colorada y grandota para caminar por la calle sin vergüenza, disfrutando del momento, me pregunto aunque tenga calor en la punta de la nariz, sienta la humedad de propia respiración. Si también necesito de ella para desinhibir las palabras, y hacer lo que tanto extraño… disculpe la expresión, pero que ganas de jugar la puta que lo pario…. “Jugar a” lo que siempre me gusto,”jugar con” lo que siempre me gusto… Las palabras. En algún momento las palabras, los momentos, lo sentimientos, la mierda de todos los días, se vuelven un rompecabezas. Y a quien carajo le importa nuestro rompecabezas, al dueño. Obvio, vos nos vas a llorar si mi rompecabezas no tiene una pieza, pero yo… me frustro. Esfuerzo de días, noches, de lógica e ilógica puestos para que una ficha se caiga debajo de la mesa o la agarre el perro y la rompa hasta que no se vea más su imagen. Es una MIERDA, y la incógnita de donde quedo, es lo que te va a martillar la cabeza hasta que la encuentres. Algo que últimamente, no puedo manejar es la frustración. En este nuevo rompecabezas, se encuentran un par de fichas olvidadas, otro par nuevas, y la rutina. No puedo manejar la bronca que lo planificado no salga como yo quiero, me angustio. Ojo, estudie planificación y me acuerdo algo sobre… La planificación está hecha para poner los recursos que uno tiene a favor de un objetivo… Situación inicial… recursos... actores... situación objetivo. Y una buena planificación debe de ser flexible, por ende uno tiene que tener confianza para saber que recurso debe utilizar para un inconveniente no previsto. Ahora salgamos de lo teórico y pongamos sobre la mesa una pieza más, la desconfianza, o dos, la inseguridad. Y veamos que fuera de la maldita teoría, mas en lo que respecta al sentir en general, por lo menos a mí, ninguna planificación me resulta como pensé. No sé, fallare en el objetivo… en los recursos, en no buscar nuevos recursos. En la desconfianza que me genera no sentir, la construcción a nivel personal… nos vamos haciendo de pasos, pero siento que voy borracha y todo paso es débil y poco estable, en pocas palabras, estoy cagada… por no encontrar un objetivo preciso. Si el objetivo fuera tan simple y egoísta como… “estar bien conmigo”… hay algo que no me funciona, si a eso le doy a demás un buena justificación… el objetivo preciso seria… “estar bien conmigo para poder estar bien con los demás” hay algo que me falta… y podría llegar a ser algo como “construirme a mí para poder ayudar a los demás a construirse” pero quizás es demasiado. No lo sé, si hay algo que me enseño esta nariz de payaso que me ayudo a pisar, fue que el recorrido, vale mucho más que el final… Entonces vuelvo al principio… y creo que las palabras son la ficha faltante de este rompecabezas, que me hace dar cuenta que la situación que estoy buscando es la que me ponga en juego todos los pasos que di y que me permita tener más recursos, no para pisar mejor, sino para sentir más. Para vivir más… Encontrar la pieza que falta y armar un rompecabezas es cuestión de tiempo y paciencia…