miércoles, 22 de septiembre de 2010

Abrí el cajón, lo mire, lo cerré, lo abrí, lo volví a cerrar. Eran de verdad, no había disfraces, ni mantas sucias. Miedo, Inquietud, Enojo, todos ellos en un mismo lugar. Miedo dejo escapar algo de su amargo sabor, como no temer, yo y ellos estábamos allí, ellos en mi, yo en ellos, todos, todos aquellos que aparecen en los días malos, a veces grises. Bronca me miro sonrío, se sintió fuerte, cuando el Miedo paso. Débil se asomo también, se acomodo en su rincón se acurruco, quiso pasar por desapercibido, pero era tarde yo lo había visto, y eso cambia el juego otra vez. Me enoje, y así Enojo salto nos miro, se peleo con Bronca, grito, puso esa cara tan única, que lo distingue de los demás. Todos se apartaron, no sé si hoy jugaba a mi favor o a mi contra, yo lo miraba, mientras las lagrimas caían sobre ellos, Llanto, corrió y corrió, abrazo a todos los que encontraba en el camino, estaba desesperado, corrió a la Tristeza que acepto su compañía.
Cerré el cajón otra vez. Mire para el otro lado y corrí, lejos, mas lejos, me quería ir, ganas de irme de mi misma. Ganas de estar en otro lugar, no ahora, no hoy, no enfrente de mi yo menos querido.
Que difícil, es jugar en contra de uno mismo, aunque no sea cuestión de ganar o perder, es estar hombro a hombro compitiendo por la misma nada de un mal día, por horas de risa, o por horas de enojo. Perdí, por eso me escape, tratando de escapar lo mas lejos posible en mi propio mar, inbancablemente yo. Cerré los ojos y me fui, esperando que con el sol o con la luna, empiece una nueva partida de un mismo juego o quizás uno distinto, donde vivir y complementar sea la solución

jueves, 9 de septiembre de 2010

Buscaba ese sol por instinto
Por sentir tus colores,
Sin ningún laberinto
Que nos descoloque,
Del verdadero sentido.
Corazón de flores,
Pintas en nítido
Lo que quieres,
Tus propias canciones.
Quería tus sonrisas
Guardadas en mi cajón,
Regalarte las mías
Y perder la razón.
Imaginándome caricias
Sin tu sabor
Al despertar de los días
En todo su esplendor.
Buscaba ese sol por intriga
En la locura de estación,
Para que no seas fantasía
Sino la más viva canción.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Si algún día me decido
A compartir mis amaneceres,
Quiero una dosis de tu vino
En besos hechos de papeles.
Llevarme tus abrazos conmigo
Y dibujar tus caricias con pinceles.

Quererte con la más sana locura
Entre el camino de la luna y el sol,
Sintiendo que una caricia cura
Los vueltos de un amargo sabor.
Que las ilusiones accionen la ternura
y le den vuelo libre a la razón.

Volverme princesa de tus sonrisas
En un mar de noches escarlatas.
Hacer un colage de las brisas
Que me regala tu mirada,
Para colorear con sentidos los días
De juegos, secretos y danzas.

Una dosis de tu vino y tu voz,
Para mirar al infinito segundo
Que duran mis risas en vos.
El amanecer en tu corazón
Compartiendo el mismo sol
Viviendo sin pensar la magia de un amor.