Mi idea, era escribir, con un fernet con coca en la mano. Así es, como se debe de escribir verdaderos pensamientos. El fernet alegra y suelta, y no hay más que soltar la lengua para hablar de ciertas cosas… Por eso, el taxista siempre escucha largas confesiones en la parte trasera del auto y siente ese olorcito tan particular fernetero de madrugada.
Tranquilamente esto puede empezar así:
-¿Qué te pasa nena?- Voz rasposa de macho (los taxistas siempre preguntan con esa voz)
- Nada- es la respuesta con voz triste, mirando por la ventana la fría noche (también puede ser calurosa, ¿Por qué no?) pensando, maquinando la cabeza, y esa vocecita que dice: Sos una pelotuda. Y vos Autoconvencida repetís: Soy una pelotuda. (Quien mierda te va a creer que no te pasa nada, no sé.)
Paso un minuto, ese minuto que por decimocuarta vez pensas: Soy una pelotuda. Dejas de mirar la ventana (no te podes ir a ningún lado, y por más que quieras viajar más rápido, estas en la otra punta de la ciudad, Retiro y Liniers, están demasiado lejos.) Entonces al no poder irte a la mierda, lo miras al señor taxista, que sabe que en cualquier momento largas la respuesta y le decís:
- Bueno, Si me pasa- el señor te mira con cara de ya lo sabía. Y con esa liberación que da decir lo que una piensa y totalmente convencida, lo largas- Soy una pelotuda.
El taxista se acomoda en su asiento te mira por el retrovisor, te hace el gesto de “Seguí”, agarra fuerte el volante y juraría que está pensando “Esto va a estar bueno” o “Otra mas, pucha.”
-¿Sabe que pasa señor?- Y si, así empieza el próximo monologo.- Soy una pelotuda, yo mujer independiente, que me quiero hacer la superada, que pongo el celular en silencio, para no estar pendiente, para hacerme la desentendida, que lo dejo tirado por ahí, que hago de cuenta que ni lo miro, lo único que hago es esperar un puto mensaje de texto de ese infeliz con el que salí la otra noche, pero no es solo ese infeliz, también es el otro, el que me tiene que mandar un mensaje de texto para vernos, para que yo, que soy TAN superada, le diga que no. Si, lo uso. Como a mí me uso el boludo de mi ex, que obviamente, no era mi ex novio, si no mi ex algo, porque era poco decirle chongo y mucho decirle novio. Que después de dejarme plantada por octava vez consecutiva, me dijo, “la verdad, vos no me interesas”. Y explíqueme Señor, ¿Cómo hago yo, para subir mi autoestima? (No le vas a dar tiempo a que te responda, simplemente seguís.) Lógica pura, salir con otro. Salgo con el otro, divino, simpático y sonriente, la antítesis del gil que me dejo plantada, pero no es lo que yo busco, encima no me responde los mensajes de texto. Sabe señor, que es lo peor, que son del mismo signo, que mierda me importa a mí, conocer a todos los boludos del mismo signo, pero claro siempre caigo en la misma, y la revista me lo advirtió: “Conquistadores natos”. Te tratan mal, te conquistan mejor. (Respiras profundo y seguís) Yo no busco eso, no sé qué mierda busco. Pero eso no.
El señor se da vuelta, te mira y te dice: “Ya llegamos, Nena no te hagas tanto problema por los demás, preocúpate por vos. “
Lo miras y le decís:”Señor tiene razón.”
Le pagas lo que le tenes que pagar y te bajas. Sos un zombie entrando a tu casa, semejante monologo necesita una buena dosis de energía, te sentas en la cama, te sacas las botas, te tiras panza arriba. Te ametrallas la cabeza a pensamientos.
Nada mejor que un buen consejo de taxista: “Preocúpate por vos”. Mejor dicho, antes de salir con otra persona, pegarte una revolcada con otra persona, o simplemente buscar otra persona, sea el pelotudo que sea. Ocúpate de vos, no está mal exagerar las cosas, si necesitas exagerarlas, HACELO, deja de hacerte la superada teórica, la practica todo lo delata. Y es el día que te morís de ganas que alguien te bese y te abrace, aunque sea una vez por semana, que te genere eso de mirarte al espejo y pensar “Que buena que estoy”. Ese alguien, no está, y está bien que no este, porque es el mismo alguien que te hizo putear, enojarte, llorar. Aunque lo extrañes igual, no vale la pena ir a buscarlo. Ahora tenes la posibilidad increíble, inigualable, de volver a comerte el cuento de la mujer independiente, pero de verdad, de armarte y desarmarte a tu forma, de vestirte de la manera que quieras, y si hoy tenes ganas de ponerte el bombachon de la abuela porque te hace sentir mas cómoda, que esa tanga de mierda que te compraste pensando él, HACELO! Es tu momento, de tirar el celular a la mierda, de llorar, enojarte y patalear, pero principalmente, de ser vos misma, como lo hiciste siempre, pero aprendiendo a valorar lo que haces y de enamorarte de la vida, otra vez.