“Cada palabra tiene su significado pero ninguna de ellas tiene su tiempo, porque depende de uno darle la suficiente importancia para hacerlas eternas o pasarlas desapercibidas y que solo duren segundo. Las palabras son tan cambiantes y libres como el dueño de ellas quiera. Por mi parte mis palabras son libres del tiempo, son " Palabras sin tiempo" porque yo las manejo, las modifico y las acomodo como quiero, para que ellas expresen mejor que yo lo que siento... "
miércoles, 18 de agosto de 2010
Tiempos de sobra
Esta noche un falso feminismo, me regala la imagen de una mujer sentada en el suelo, la espalda contra la pared, unas botas que dicen basta por esta noche, cigarrillo en la boca y luna en el cielo. Luna en una madrugada ¿Hora? La suficiente, para dar por terminada la velada y empezar con esa maniática reflexión femenina, que en resumen habla de una noche, que quizás cambio algo o solo es ese momento de soledad post-nada, que siempre es justo para recordar noches mejores o la resaca de algún beso, alguna palabra, algún abrazo que como una ráfaga atacaba en el momento propenso, para que la imagen tenga el toque justo de melancolía que nos hacia falta.
No es dar pena, es un tiempo de sobra. Un tiempo de sobra para nuestra imagen popular, de sonrientes, prolijas y arregladas, de borrachas y simpáticas. Un tiempo de sobra para no ser mujeres, ser minas, para dejar guardada a la estudiante, o a la empleada responsable.
Ese momento de sobra que existe entre un amor, el olvido y la nueva ilusión, el momento de sobra que sirve entre una responsabilidad y otra, el mismo que no existe en si, el mismo que existe ahora. El que esta cuando caminamos por el día pensando en recuerdos, mientras nos dirigimos hacia el presente, cuando nos auto-felicitamos, por la mejor contestación que dimos en el día, cuando nos criticamos por responder a los pedidos ajenos o rescatamos alguna traba que no nos dejo ser lo que somos.
Acaso estos momentos de sobra, ¿serán los únicos que nos dejen construirnos? Quizás a causa de ellos podamos aceptar lo que somos de una vez. Los defectos, las virtudes y todo lo que hay atrás, incluso alguna forma de querer, algunas contestaciones y sobretodo las cosas, la forma de ser.
Nunca se puede hacer las cosas perfectamente bien, ni podemos pretender que los demás estén amoldados perfectamente para nosotros. Lo errores son las picardías que en algún momento nos van a hacer reír, si los vemos así. Son los desvíos del camino, los pasajes en las calles y avenidas, que nos traban o nos muestran otra manera, detrás de ellos. Puede que la vida entre pasajes siempre tenga algo nuevo que mostrarte, estos momentos de sobra, que no sobran y son tan necesarios como cualquier otro momento en este día.
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1 comentario:
amo la palabra "Minas" y cómo la usás
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